Las cerezas son de aspecto rosado, rojo oscuro, pequeño, grande, con rabito y sin él.
Sin embargo hay varias características importantes en su aspecto que te indicarán si son frescas y están en su punto óptimo;
1.- Su piel ha de estar tersa y brillante. Por el contrario, detectarás que las cerezas no son frescas si tienen su piel arrugada y están blandas.
2.- Su color muestra el estado de maduración de la cereza. Depende de las variedades pero, en general, las cerezas más oscuras son las más maduras, las más dulces. En cambio, su primer rojo intenso puede indicar que estén aún verdes.
3.- Su tamaño normalmente no influye en la calidad de la cereza que encontramos en las fruterías. Las hay de diferentes tamaños pero todas pueden tener el mismo dulzor, acidez y sabor.
4.- Tallo, ésta parte de la cereza puede ser el indicador más común para diferenciar las cerezas de las picotas, pero… ¡ten cuidado! Al comprar cerezas puedes encontrarlas sin tallos. ¿Entonces? Fíjate en que el punto de unión entre la fruta y el tallo esté sellado. Si es así, se trata de picotas, ésta fruta deja su tallo en el árbol tras su recolección. En cambio las cerezas sin rabito tienen esta zona sin sellar.
Con estos 4 tips ya estás preparado/a para comprar las mejores cerezas del mercado ;)
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